“CRISTO ES NUESTRA PASCUA”
La soberanía de Dios prevalece por sobre la voluntad humana. Muchos fueron los intentos demoníacos y humanos por estorbar el plan eterno que Dios tenía para Cristo. Sin embargo todo lo que Dios había predeterminado que pasara, así pasó. Una vez más queda demostrada la soberanía absoluta de Dios.