¿CUÁL ES LA CONDICIÓN DEL HOMBRE SIN CRISTO?

¿CUÁL ES LA CONDICIÓN DEL HOMBRE SIN CRISTO?

Si hay algo común en el ser humano es confundir los síntomas con la enfermedad, no es extraño ver a personas razonando que un dolor de cabeza constante es sin duda un aneurisma cerebral o un tumor maligno y luchan con esa idea hasta que se dan cuenta, con vergüenza muchas veces, que era solo falta de sueño.

Con respecto a nuestros problemas muchas veces hacemos lo mismo, notamos la parte superficial y asumimos que ese es el conflicto esencial y no nos damos cuenta de lo equivocados que estamos hasta que nos agobiamos por no poder encontrar una salida. Lo que sucede es que como no tratamos la raíz, permanentemente aflora la misma situación.

Siempre deberíamos pensar en lo importante de ir más allá y no llegar solo al efecto de una situación, ver la causa o raíz del problema y atacarla bíblicamente. Si tratas el resultado, pero la causa sigue igual, tendrás una vida muy frustrante, cayendo siempre en los mismos pecados y enfrentando permanentemente las consecuencias de estos.

En cierto que es difícil llegar a la raíz de un problema, Proverbios 20:5 señala: Como aguas profundas es el consejo en el corazón del hombre… No obstante también dice: Mas el hombre entendido lo alcanzará.

Por lo tanto, debes confiar en la gracia de Señor y ser diligente para llegar al punto de inicio.

Vamos a realizar un ejercicio práctico, notemos la siguiente historia…

Los celos de Patricia por no haber sido considerada como la oradora en el discurso de graduación de su universidad le llevó a ponerse extremadamente dura en el trato con Marcela, su compañera elegida. En el tiempo, bastó con que simplemente Marcela le preguntara un ¿Qué te pasa? Para que el deseo impropio de Patricia le llevará a los insultos y empujones. El último empujón hizo que Marcela cayera y se golpease la cabeza contra el duro concreto del suelo, luego de tres días en la UCI, finalmente Marcela murió.

En el juicio legal, Patricia argumentó que Marcela le había provocado e intentado golpear fuertemente por lo que solo defendiéndose de los ataques, ella le empujó, sólo una vez, con la mala suerte de que Marcela se golpeó en la cabeza. Patricia argumentó que si no se hubiese defendido, seguro que ella habría sido muerta.

Su argumento no fue creído y fue condenada a cinco años de cárcel, en los cuales no quiso hablar con nadie, cayendo en una profunda ira contra el mundo porque no habían aceptado su defensa.

Luego de salir, y asumiéndose como la víctima cayó en una profunda depresión que la mantiene hasta el día de hoy postrada en una cama, sin deseos de ver la luz del sol, con las cortinas cerradas permanentemente, y sin deseos de alimentarse correctamente.

Algunas preguntas para meditar…

  • Si sólo conocieras el último párrafo de la historia narrada de Patricia… ¿Cuál pensarías que es su problema?
  • Si sólo conocieras los dos últimos párrafos de la historia de Patricia… ¿Qué es lo que asumirías del problema?
  • Si sólo conocieras los tres últimos párrafos de la historia de Patricia… ¿Qué agregarías a tu concepción del problema?
  • Al Oír la historia completa… ¿Algo cambia? ¿Hay diferencias?

Y la respuesta debe ser… ¡Absolutamente si!

Mayor información te entrega una perspectiva superior para reconocer el verdadero problema.

Patricia tenía una gran lucha con la significación, el orgullo estaba fuertemente arraigado al punto que no estaba dispuesta a dejar que nada ni nadie sobresaliese además de ella. La Raíz de todo lo que Patricia estaba viviendo estaba en su corazón. Depresión, Ira, violencia y Celos eran los síntomas de un corazón orgulloso.

Lucas 6:43-45 (RVR1960)

No es buen árbol el que da malos frutos, ni árbol malo el que da buen fruto. Porque cada árbol se conoce por su fruto; pues no se cosechan higos de los espinos, ni de las zarzas se vendimian uvas. El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca.

Si plantas una semilla de palta, tendrás un palto, si plantas una semilla de damasco, tendrás un damasco y podríamos seguir mencionando largamente otros ejemplos. El punto es que sabemos que hay una relación orgánica entre la semilla y el fruto que provoca.

Jesucristo está diciendo que el corazón está íntimamente ligado con el comportamiento de la persona, es decir, el corazón es la fuente primaria y las acciones, el resultado. Por lo tanto, debes atacar el corazón para evitar los malos resultados.

En el texto, nuestro Señor Jesucristo muestra como las palabras son la evidencia palpable de lo que está en el corazón de la persona (v.45) Jesús está diciendo, lo que sale de tu boca es lo que está en tu corazón.

Cuando dices malas palabras no es que se “te salieron” es que están en tu corazón y decidiste sacarlas; no es que puedes culpar a otro diciéndoles “Me Obligas a gritarte”, nadie te obliga, tu corazón es un destemplado gritón; no es que alguien te forzó a decir una palabra, tu decidiste tenerla en tu corazón. Y finalmente todo eso te dice quien realmente eres. Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él…Prov. 23:7.

Todo cambio efectivo en el comportamiento y todo correcto deseo por dejar el pecado y evitar los subsecuentes problemas parten en el Corazón, intentos estéticos son tristemente infructuosos. (Mt. 23:25,26).

Tratando el Corazón.

  • Si eres incrédulo, si no has reconocido quien es realmente Cristo y te has entregado a una vida de obediencia a Él, debes clamar por su misericordia. No hay ninguna esperanza sin Dios en tu vida, sólo Él es quien puede cambiar el corazón. Tus intentos serán humo disipado por el viento. Él es el único que puede cambiar un corazón de piedra por uno de carne. ( 36:26,27). En Su gracia, Dios puede crear un corazón nuevo dentro de nosotros (Salmo 51:10). Él promete “vivificar el corazón de los quebrantados” (Isaías 57:15).
  • Si eres creyente, en primer lugar, debes reconocer que es el corazón. No lo límites al lugar de los sentimientos amorosos y pasionales, eso es un engaño satánico, animado por nuestra cultura occidental. Limitar el corazón a los sentimientos es subestimar su función y descuidar su responsabilidad.

Al contrario de lo que se señala comúnmente, el corazón según las Escrituras es el núcleo de nuestro ser, es la descripción del hombre interior (Ef. 3:16), en donde radica el ser interno del hombre, es la fuente de la vida y es la fuente de los pensamientos (Prov. 23:7Mr. 2:8).

Profundicemos un poquito en el por qué es vital no descuidar lo que es verdaderamente el corazón.

Todo problema involucra tres niveles: El corazón, las obras y los sentimientos. Los tres están íntimamente ligados y no entender eso es tremendamente peligroso.

Por lo general nos enfocamos solo en el nivel de los sentimientos y pensamos que nuestros problemas son básicamente las emociones que estoy experimentando. (Depresión, angustia, pena, ira, etc). Algunas veces asumimos que los problemas implican obras (golpes, gritos, llantos etc), pero lamentablemente descuidamos absolutamente el corazón… ¿Por qué? Porque lo confundimos con los sentimientos y por ende no lo tratamos.

Así es como suceden bíblicamente los problemas.

El corazón maquina de mala manera, ejecuta por medio de obras infructuosas, que generan sentimientos lamentables.

Ejemplo: Mi corazón perezoso no quiere ir a trabajar, por lo tanto miento diciendo que estoy en el funeral de mi madre, y mi jefe llama para darme el pésame y justo contesta mi mamá, al verme descubierto una profunda angustia entra y me absorbe.

¿Te das cuenta lo terrible que es descuidar el corazón? No en vano Dios dice: “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida” (Proverbios 4:23).

En segundo lugar, Purifica tu corazón.  Santiago 4:8 señala: Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones.

Sabemos específicamente que es Cristo quien nos redime, justifica y santifica, pero acá Santiago está manifestando la responsabilidad del hombre de enfatizar una relación íntima con Dios, las ilustraciones usadas son básicamente las de los sacerdotes presentándose para el sacrificio.

Si te esmeras por una relación íntima y genuina con Dios, tu corazón es llenado de Él y por Él y por ende, todo lo que brota es fructífero, el hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno…

No seamos simplistas, no seamos superficiales, seamos hombres y mujeres fieles que al reconocer la verdad la evidencian en sus corazones, en donde Dios comienza el cambio efectivo.

Marcos 7:20-23 (RVR1960)

Pero decía, que lo que del hombre sale, eso contamina al hombre. Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez. Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre.

 

¿COMO DEBO TRATAR MIS PROBLEMAS?

La realidad de un hombre sin Cristo es tremendamente triste, la condición
humana sin la salvación del alma se explica claramente en Efesios 2:1-3 de
donde desprendemos nuestra respuesta.

I – Muertos en delitos y pecados. (v.1)
Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados…
El hombre no está enfermo, grave o agonizante. Las Escrituras señalan que el
hombre natural está completamente muerto. Ahora, ¿Cómo podemos
entender la idea de estar muertos mientras que los que oyen se saben vivos
en el pasaje?
La muerte bíblicamente hablando, no significa extinción, aniquilación o falta de
existencia. La palabra muerte significa SEPARACIÓN, ya sea del alma con el
cuerpo, del hombre con Dios o de ambos.
Las Escrituras nos hablan de tres tipos de muerte:
 La Muerte Espiritual: Es la separación entre el hombre y Dios. (Is. 59:2) Esta muerte
fue la primera consecuencia del pecado de Adán y Eva en el Jardín del Edén. Dios es
santo, y no puede tener comunión con el pecado, por tanto, la ejecución de la
impiedad provocó la muerte espiritual, la cual es una tónica en toda la humanidad no
regenerada. La muerte espiritual es el estado de separación de Dios en el cual todo ser
humano nace en este mundo. Romanos 5:12 dice: “por tanto, como el pecado entró en el
mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres
por cuanto todos pecaron.” La muerte espiritual se evidencia en una persona que gasta

su vida en una manera de vivir licenciosa (1ª Tim. 5:6); que vive en pecado (Col.2:13);
en solo religiosidad (Ap. 3:11); y, a fin de cuentas, sin Cristo. (Jn 6:53).
 La Muerte Física: Es la Separación del alma del hombre con su cuerpo. Esto es la
comúnmente llamada muerte. Esta es una consecuencia del pecado de Adán y Eva,
(Gn. 2:17; 3:22) pero no sucedió en el mismo instante que ellos pecaron. Adán murió
físicamente 930 años después que murió espiritualmente. A diferencia de los ángeles
que solo tienen naturaleza inmaterial, el hombre fue creado tanto con una naturaleza
inmaterial como con una naturaleza material. El cuerpo humano que está compuesto
de más de 30 diferentes elementos químicos regresa a la tierra de donde fue tomado,
en espera de la resurrección, ya sea para vida o para condenación. (Heb. 9:27).
 La Muerte Eterna: Es la separación del hombre de la presencia de Dios para siempre.
Esta es la llamada segunda muerte (Ap. 2:11, la primera es solo física. Comp Ap.
20:14,15). Todas las personas sin Cristo están muertas espiritualmente hablando, aun
cuando viven sobre la tierra. Una buena ilustración para reafirmar el concepto se
desprende de las propias palabras del Señor Jesucristo (Mt. 8:21,22). Cuando comenzó
su ministerio invitó a muchas personas a seguirle y uno de los jóvenes al recibir la
invitación señaló:  21 Señor, permíteme que vaya primero y entierre a mi padre. Es probable
que el Padre del muchacho estaba muriendo, ya había muerto o simplemente el joven
deseaba que su padre envejeciera y muriese para después seguir a Jesús. En fin, lo
interesante es lo que Jesucristo le dijo. Y fue:  22 Sígueme; deja que los muertos entierren a
sus muertos.
Es ilógico bajo nuestra definición que un muerto pueda enterrar a otro
muerto, pero, bajo la definición bíblica es más fácil notar la diferencia.  Lo que
Jesucristo nos enseña acá es que un muerto espiritual puede enterrar a un
muerto físico.
Siguiendo con el texto en Ef. 2:1…cuando estabais muertos en vuestros delitos y
Pecados… Note la palabra EN.
El hombre está inmerso en la muerte misma, ya que nace con la naturaleza
pecaminosa y todos sin excepción tienen esa condición la cual se manifiesta en
los delitos (paraptoma, resbalar, tropezar, caer) y pecados (hamartia, errar el
blanco)  que ha fin de cuentas muestran su distancia de la santidad de Dios.
El hombre no se hace pecador cuando miente, roba, maldice, mata, etc. El hombre
miente, roba, maldice, mata, etc. porque es pecador.
Si bien, es la muerte espiritual de la cual se desprenden cada una de las
características que sigue mencionando el relato. Es bueno seguir viendo
separadamente los costos asumidos en el estado sin Cristo.

II – Absorbidos en el Modelo Diabólico. (v.2)
2  en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo,
conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los
hijos de desobediencia,
El apóstol continúa señalando las características de las personas no vivificadas
y en ese contexto los efesios antes de someterse a Cristo seguían… “la corriente
de este mundo…” en otras palabras, siguiendo el modelo de vida de este
mundo pecaminoso caracterizado por el egoísmo, la sexualidad disipada y el
humanismo. (Luc. 21:34; Stgo 4:4; 1ª Juan 2:15).
Ese modelo adquirido tiene su origen y sustento en el príncipe de la potestad
del aire… Una alusión clara a Satanás. Él es el gobernante de este mundo (Juan
12:31; 2ª Cor. 4:3-4; Heb. 2:14) “la potestad del aire…” nos habla de su fuerza o
influencia en el mundo, efectuada por medio de sus demonios (Ef. 6:12).
Satanás se ha encargado de establecer SU sistema en el mundo y las personas
que están muertas a Dios los hijos de desobediencia siguen su corriente. Note
los detalles de la descripción. Los no regenerados son hijos del diablo (Jn 8:44)
y se caracterizan por la desobediencia, es decir, un deseo voluntario y
permanente de ir en contra de la voluntad divina.

III – Sumidos en los deseos de la carne. (v.3)
3  entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de
nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos,
Otra característica de la vida sin Cristo es la que se manifiesta haciendo la
voluntad de la carne (sarx) y de los pensamientos (dianoia). La idea es una vida
volcada a la satisfacción de los placeres físicos y mentales, una vida que está
centrada en el egoísmo.
Los pensamientos apuntan a las acciones deliberadas de la mente en contra
de Dios y su voluntad, y la referencia a la carne no debe limitarse a los pecados
sexuales simplemente, la Palabra de Dios señala:  19  Y manifiestas son las obras
de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia,  20  idolatría,

hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones,
herejías,  21  envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas;
acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que
practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. Gálatas 5:19-21.
Un hombre sin Cristo está completamente inmerso y atrapado en sus propios
deseos, de los cuales no puede librarse por sí mismo.

IV – Por Naturaleza Hijos de Ira (v.3)
…y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.
Una característica más que describe la condición natural del hombre es la de
ser un “hijo de ira”, note que comienza con la palabra “éramos” ya que es la
descripción marcada de un pasado sin Dios, en donde Cristo hace la
diferencia. Un buen paralelo lo encontramos en 1ª Corintios 6:9-11. Note la
descripción de la vida natural (v.v 9,10) y la esperanza en el Señor. (v.11) “Y esto
erais algunos” señala el texto allá.
El término “Hijos de Ira” amplia el término “Hijos de Desobediencia” (v.2) y
denota  la justa y constante condena en la que se encuentran los incrédulos. El
que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la
vida, sino que la ira de Dios está sobre él. Juan 3:36. W. Hendriksen define:
“sujetos de la estable ira de Dios ahora y por todo el tiempo venidero”. (Rom.
1:18)
El verso 3 termina con la frase: lo mismo que los demás. Todo esto es la
condición del mundo entero, agradecemos a Dios que a pesar de esa triste
realidad hay esperanza de nueva vida en Dios por medio de Jesucristo. (Ef. 2:4-
10)